Cerca de 320 cuerdas dedicadas al cultivo de piña, plátano, papaya, calabaza y pana se convierten en recipiente de una experiencia agroturística fascinante a donde el visitante entra en contacto con las siembras y hasta degusta algunos de estos manjares.
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Se trata de la Finca Don Manuel, ubicada en el sector Cayures del barrio Felicia 2 en Santa Isabel, un espacio que aún respira parte de su historia en el siglo 17 cuando esas tierras eran utilizadas en la plantación de tabaco y más adelante, la caña.
Todavía queda el puente que se utilizaba para virar la cosecha de la caña de azúcar, dejando una huella indeleble de una industria que representó la actividad económica de mayor impacto en el siglo 19.
Bajo este escenario, el agrónomo Fernando Machado Echevarría, inició un proyecto agrícola en el 2012, con el objetivo de suplir algunos de los productos que se consumen en los hogares del archipiélago.
Sin embargo, la belleza de los sembradíos que descansan alrededor de inmensos molinos de viento y la tranquilidad que se produce al contemplar el lago artificial que riega las plantaciones, produjo en este empresario el deseo de compartir su felicidad.
De esa manera, en mayo de 2022, el empresario transformó el espacio en un destino agroturístico, endosado por la Compañía de Turismo de Puerto Rico, en el cual comparten su experiencia de sembrar y cosechar, a través de un recorrido que se hace en carretones.
Marilyn Belén Rivera, esposa de Machado Echevarría y guía en esta interesante aventura, relató que el propósito del proyecto es que “las personas se enamoren de la agricultura. Nos dedicamos a la siembra de piña, plátano, papaya, calabaza, pana y siembra de árboles”.
“Nosotros empezamos con el proyecto agrícola en el 2012 con unas 45 cuerdas, pero luego fuimos aumentando y creciendo. Actualmente, en esta propiedad tenemos 320 cuerdas”, apuntó la fémina de 56 años.
“Ahora estamos expandiéndonos; tenemos 205 cuerdas de terreno en otra finca Santa Isabel y 45 cuerdas en el Cotto Laurel de Ponce a donde sembramos melón y mangó de la variedad keitt y próximamente nos vamos para Dorado”, reveló al agregar que la operación genera cerca de 20 empleos.
No obstante, con el pasar del tiempo “nos dio la inquietud de educar a las personas para que se enamoren de sembrar, cosechar, ver los frutos, de dónde viene lo que comemos. A eso nos dirigimos, a que las personas se enamoren de la agricultura”.
La experiencia comienza en un gazebo con vista directa al lago.
“Es un lago artificial que se nutre de los lagos Toa Vaca y Guayabal en Villalba y que se utiliza para el riego de las plantaciones. Aquí recibimos a nuestros visitantes, le damos la bienvenida con una bebida de piña cultivada en nuestros terrenos”, contó sobre el fruto de la variedad MD2 que se caracteriza por su sabor dulce.
Luego, se montan en las carretas, cada una con capacidad para transportar hasta 30 personas, permitiendo “un cupo de 90 personas en un tour”, en recorridos “que son dados en inglés y español”.
“Vamos por los predios mostrando los distintos tamaños de cultivos de plátano. Ahí le hacemos una demostración de cómo se cosecha el plátano; la persona puede tener la experiencia cortando un plátano”, manifestó.
“Después, nos volvemos a montar, visitamos las (plantaciones de) calabazas, las papayas y otros cultivos, y pasamos para el área de la piña a donde hay varios tamaños de siembra y la persona tiene la experiencia de sembrar su propia piña”, agregó.
Parte de la experiencia en el tour que dura aproximadamente una hora y 15 minutos, es llevar a los visitantes a la zona donde están los molinos.
“En nuestras instalaciones tenemos cinco molinos, los llevamos a uno de estos para que las personas tengan la experiencia de ver de cerca el molino que tanta atención genera. De ahí le ofrecemos un coco frío y degustan el coco, mientras ven el molino y se toman las fotos”, aseveró.
Así las cosas, el recorrido también contempla un paseo por el antiguo elevado que se utilizaba durante la era de la industria de la caña, para después pasar nuevamente al gazebo a donde degustan un almuerzo criollo.
“Ofrecemos también una clase de mofongo que es la más que llama la atención. Aquí le enseñamos a hacer mofongo. De igual manera, lo llevamos a cortar el plátano en el mismo tour, ese mismo racimo es el que nos traemos y ese el que el turista utiliza para aprender a hacer el mofongo”, mencionó.
Para información puede acceder a fincadonmanuelpr.com o llamar al (939) 253-4444.